Bueno creo que muchos estabais esperando este momento (y yo también), y es
que ha llegado la hora que le echéis un vistazo a como me quedo la casa del árbol
que estuve arreglando. Lo vais a ver en las fotos mas adelante y es que no hay
ni punto de comparación de como estaba a como se ha quedado. Pero antes os voy
a contar como fue todo.
Un día Ricardo, seguidor del blog, contacto conmigo porque tenia una casita
del árbol, que le había regalado a su hija cuando esta era pequeña, que por
falta de mantenimiento pues se había estropeado bastante. La madera exterior
estaba totalmente seca y quemada por el sol, y la madera interior estaba
estropeada por los animales que entraban por los huecos que se habían hecho y
el suelo estaba en unas condiciones que invitaban poco a quedarse dentro de la
casa. Así que me propuso arreglarla para volver a regalársela a su hija
coincidiendo con su cumpleaños. Y bueno a mí la idea me encantó y no me pude
resistir. Además este tipo de proyecto tan especiales y tan raros no surgen
todos los días, así que me puse manos a la obra.
En primer lugar, lo que hice fue arreglar la parte exterior. Para ello tuve
que lijar toda la casa, con lo que eso supone. No os podéis imaginar el atracón
de lijar que me di yo con esta casa. Además había que sumarle lo complejo del
asunto, porque trabajar entre las ramas de un árbol la verdad es que no es muy fácil,
aunque si muy bonito.
Una vez lijado todo comencé a aplicar el barniz que había comprado. Me
decidí un por barniz especial para exterior que era resistente al agua, a los
rayos UVA y a los insectos, además el fabricante asegura una durabilidad de 8
años, así que mejor que mejor. El tono que escogí fue un roble medio, mas
oscuro que el original, porque pensé que de esta manera se disimularían los
posibles desperfectos que el sol y el paso del tiempo podrían ocasionar. Bueno
no os exagero si os digo que tardé unos 5 en lijar y barnizar todo el exterior.
Fue un trabajo de chinos. Ahh! y además aprendí una gran lección, y es que
nunca trabajéis subidos a un árbol con pantalones cortos (ni en verano) porque
os van a comer los bichos. Nunca he tenido unas picaduras que me picasen más
que esas. Así que aquí queda el consejo, después no digáis que no aviso jaja.
Y nada, una vez terminado el exterior le tocó el turno a interior, que era
la parte de la casa que más cambios iba a sufrir. Para empezar, volvió a tocar
lijar toda la madera del interior. Os aseguro que las horas no se pasan muy rápido
lijando tanto como lijé dentro de esa casa. Aunque mereció la pena porque más
de un día me quedé a comer en ella y las vistas y la tranquilidad compensaban.
En cuanto terminé de lijar y de limpiar todo el polvo producido (cosa importante),
le tocó el turno a la pintura. Y es que decidí pintar el interior de blanco
para darle una apariencia totalmente distinta a la casa por dentro. Antes se veía
oscura y daba la sensación de ser más pequeña de lo que era, además los nudos
que tenia la madera me parecían excesivos y daba la sensación que la pared
estaba manchada. Así que para solucionar todo esto decidí pintarla de blanco.
Con esta elección, y como podéis ver en las imágenes, ganábamos en luminosidad,
limpieza y sensación de amplitud. Para no perder el efecto acogedor que produce
la madera, pensé que la mejor opción era dejar las vigas en su tono natural, así
destacarían entre las paredes blancas. Hasta tres manos de pintura tuve que
darle a toda la casa, y eso fueron otros cuantos días de trabajo a sumar. Y
para terminar coloqué un suelo laminado que Ricardo tenia en casa, el cual le
sobró de unas reformas anteriores. De esta forma solucionamos de una forma muy
buena el problema que era el suelo de la casa del árbol. Por ultimo arregle también
la escalera de acceso a la casa, la cual estaba un poco deteriorada y no era
muy cómoda de usar.
Y con todo esto la casa estaba totalmente renovada, lista para durar un montón
de años más y más bonita de lo que estaba. Han sido muchos adornos de La Buhardilla
los que se han quedado adornando esta preciosa casa, como las casitas, un
hilorama del ancla, la estrella grande, la casita de pájaro, un hilorama
estrella y una casa grande color coral. Lo único que no se quedó en la casa
fueron el mueble blanco y la mesita coral, porque esas volvieron al almacén a
la espera de alguien que las acoja en su casa.
¿Os ha gustado el resultado? A mi me ha encantado, aunque mas hacer este
proyecto tan bonito y que se sale fuera de lo normal. He disfrutado mucho
renovando esta casa y es una enorme satisfacción dejarla así para que otros
sean los que la disfruten de veras.
¡¡Qué preciosidad!! <3
ResponderEliminarGracias!!
EliminarUn antes y después de una casa en un árbol. Esto es otro nivel, Buhardilla, jijiji. Muuy chula.
ResponderEliminarMuchas gracias Alba! la verdad es que ha sido un proyecto distinto a lo que suelo hacer pero ha estado muy chulo. ¡Y comer en una cada del arbol no tiene precio!
EliminarQue preciosidad!!!! Me he enamorado 😍
ResponderEliminarGracias!! me alegro que te guste ^_^
EliminarEncerio que buena idea de hacer casas de árbol, con unas decoraciones hermosas y unos Muebles preciosos muy buen artículo ! Gracias
ResponderEliminarLas casas en los arboles son cosas muy llamativas y con unos muebles sencillos pero bonitos se les puede dar un mejor toque de elegancia.
ResponderEliminarhttp://www.renovo.com.gt/